Si en sus inicios la producción de césped constituyó un reto para los trabajadores matanceros de la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey (EEPFIH), hoy esta actividad, unida a la jardinería, los convierte en artífices de un oficio de gran demanda en el país.
En Cuba, la génesis de las investigaciones científicas sobre el césped se ubica en la década de los años noventa como consecuencia del desarrollo del sector turístico y se concreta con la construcción del Varadero Golf Club.
En la actualidad, los estudios realizados en este campo se incluyen como una de las líneas de investigación de la Estación Experimental, centro anexo a la Universidad de Matanzas Camilo Cienfuegos.
En el polo turístico de Varadero radica, desde el 2010, el Equipo de Servicios Especializados a Clientes Externos, grupo que cuenta con 55 trabajadores y se dedica, fundamentalmente a: la siembra y establecimiento de áreas cespitosas en hoteles en construcción; servicios de recuperación y mantenimiento de césped y el integral de jardinería.
Sus principales clientes son la cadena Iberostar, hoteles Sandals Royal Hicacos, Aguas Azules y los Meliá Las Américas y Marina Gaviota.
Jesús González González, jefe de mantenimiento del hotel Iberostar Varadero explica: “el hecho de aprovechar la experiencia de trabajo con las gramíneas de la Estación Experimental Indio Hatuey en el sector turístico ha tenido gran impacto. Hoy se realiza una fuerte labor en el centro para mantener los estándares de calidad que se nos exige y los resultados se evidencian con el grado de satisfacción de los clientes, quienes siempre tienen un criterio favorable acerca del encespado y la jardinería”.
La argentina Marcela Correa Barría, cliente del hotel así lo corroboró: “el césped impecable, la jardinería impecable, me encanta todo, en realidad hacen un buen trabajo por embellecer todas las áreas.”
Entre los principales resultados de los estudios de la Estación Experimental se hallan: “el desarrollo de diversas variedades de césped con gran capacidad de rebrote, un alto valor estético-utilitario y resistencia a la salinidad, sequía y sombra”, explicó Rafael Medina Solar, jefe del Equipo de Servicios Especializados a Clientes Externos.
Además, se destaca el estudio y rescate de la flora autóctona de la Península, para disminuir las importaciones de variedades foráneas que afectan y tienen gran impacto ambiental en la zona.
La capacitación del personal dedicado a ofrecer estos servicios ocupa, también, un papel esencial, de ahí que la EEPFIH ofrezca cursos de formación a cadenas hoteleras como el Grupo Empresarial Gaviota S.A. La institución científica recauda, por este concepto, anualmente cerca de 450 mil pesos convertibles, cifra que se duplicará gracias a futuras inversiones, que tendrán una repercusión favorable en la economía del país.
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